“Hay ciertas pistas en la escena de un crimen que, por su naturaleza, nadie puede recoger ni examinar. ¿Cómo se recoge el amor, la ira, el odio, el miedo…? Son cosas que hay que saber buscar.”-James Reese.
LA COLUMNA ROTA/ FRIDAGUERRERA.
La primera vez que Martha madre de Iocelin la vio, sintió feo, “no quería tener niñas, porque las niñas sufren siempre, las maltratan los papás, los maridos, los hijos, uno no sabe que marido les pueda tocar”.
Iocelin Gabriela Yescas Jacobo, nació el 27 de octubre de 1993 en la Ciudad de México, era la hija más pequeña de Martha, la bebé para todos porque todos la cuidaban así, desde muy pequeña una niña inquieta, estudió gastronomía.
En 2010, se fue a vivir a Hidalgo, con la finalidad de hacer cosas diferentes en ese lugar, además la violencia en la Ciudad de México empezaba a crecer mucho, por lo que sus padres pensaron sería lo mejor, que Iocelin no estuviera expuesta a los riesgos de la Ciudad de México.
Su madre escogió su nombre, “le puse así Iocelin con I, porque no quería que sonará igual que todas, ella debía ser diferente, era tan especial que debía distinguirse entre todas las demás”
La vida de la jovencita se desarrollaba entre la CdMx e Hidalgo, trabajaba, en un lugar en otro, siempre preocupada por los demás, “se quitaba el taco de la boca, para dárselo a quien lo necesitara, así era ella, además muy confiada, creía que toda la gente era buena, no tenía malicia” me hace saber su hermana mayor.
El 07 de noviembre de 2019, su familia no volvió a saber nada de ella, lo último que supieron fue que la joven de 26 años se encontraba en inmediaciones de una tienda de conveniencia ubicada en la comunidad de El Carmen, del municipio de Tula.
Desde ese momento su madre en compañía de la hermana mayor de Iocelin, se trasladaron al estado de Hidalgo, a buscarla, recorrieron todo tipo de lugares, iban a un lado a otro, buscaban en terrenos, hospitales, SEMEFOS, recorrían bares pensando que la estuvieran explotando, “tenía que encontrarla, y si tenía que levantar todas las piedras, lo iba a hacer, yo la buscaba viva, no como me la encontraron, la Fiscalía de Desaparecidos no hacía mucho al inició, después pedí el apoyo de la Comisión de Búsqueda Nacional, y fuimos a terrenos a buscarla, no la encontramos, encontramos a otra muchachita, pero no era mi niña”
Misteriosamente el 21 de noviembre la Fiscalía de Hidalgo dio a conocer que la joven de 26 años de edad se encontraba detenida por lo que desactivó su búsqueda, sin embargo, la detención fue el 23 de septiembre tiempo en el que estuvo en el área de retención primaria de Seguridad Pública de Tula para posteriormente quedar en libertad, momento en que la Fiscalía anunció su localización. “Nos pareció que fue como una manera de responsabilizarla a ella, ¿por qué filtrar esa información?, mi hija no era una delincuente, no tenía nada que ver su desaparición con esa detención, que fue por una falta administrativa”.
Pasó más de un mes, el 01 de diciembre del mismo año sus restos fueron localizados en inmediaciones de la comunidad de Santa Ana Ahuehuepan, en Tula. “Nos avisaron, ya nos habían hecho las pruebas de ADN, esperamos a que se confirmará que fuera ella, Frida, los medios publicaron que habían encontrado su cuerpo, no, sabes qué me entregaron, su cuero cabelludo, solo encontraron su cráneo, y sí quiero que se conozca que no me entregaron más que su cuero cabelludo”. El 30 de enero de 2020, su familia sepultó lo único que les dejaron de la más pequeña de casa. El 07 de abril sepultaron el resto del cráneo. Sin más nada.
La Fiscalía de Feminicidios en Hidalgo es quien lleva la carpeta de investigación, sin embargo, hasta el momento no hay una línea clara de investigación.
Pregunté a la madre si la Comisión de Búsqueda Nacional las seguía apoyando para buscar el cuerpo de su hija, me hizo saber que ya no le dijeron nada, que lo único que le dijeron fue que ellos ya habían hecho lo que les tocaba. Tampoco esperan mucho de la Fiscalía de Desaparecidos o la Comisión de Búsqueda de la entidad.
“Quieren que me conforme con lo único que me dieron, no van a buscar más, yo ya no puedo, y ahorita con la pandemia todo está detenido, si antes no importábamos ahora importamos menos, la justicia existe solo para quién puede pagarla” Desesperada me hace saber Martha
“Omar Fayad (gobernador de Hidalgo) es un insensible, a él lo único que le importa es tapar la realidad de lo que se vive en ese estado. Sí un día me llega un poco de tranquilidad será cuando me digan quién asesinó a mi hermana, por qué, por qué con esa saña, porqué solo nos dejaron un pedacito de ella, que el gobernador trabajé y que nos dé respuestas” Isis, hermana de Iocelin.
Me contacte vía telefónica a la Fiscal de Feminicidios, la Licenciada Luz María Ramírez, para preguntar por el caso, así como por los casos de seis familias más que acompañamos en ese estado, acordamos ver la forma de tener una videoconferencia con las familias para saber el estatus de las investigaciones, hasta el momento no hemos obtenido respuesta.
“Nos asesinaron con ella, mi esposo está desecho, toda mi familia se fracturó, dejamos de vivir donde vivíamos por miedo, y a nadie parece importarle” Martha.
Esta familia hoy se suma al dolor de las Voces de la Ausencia, las voces que aunque cansadas, siguen buscando y exigiendo justicia por cada una de ellas, aún en medio de una pandemia que parece querer inmovilizarlas.
junio 2020
¿Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo, de una mujer víctima de feminicidio o desaparición?, ¿o eres una sobreviviente de una relación violenta o intento de feminicidio? búscanos, ayúdanos a visualizarlas y contar sus historias. Voces de la Ausencia.
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